Entrevista Alumni: conoce a Patricio López, director de Radio Universidad de Chile
Conversamos con uno de los ex alumnos de la primera generación de nuestra Escuela, acerca de su trayectoria y el futuro de la profesión.
En el marco de la conmemoración de los 30 años de historia de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, queremos destacar la trayectoria de quienes han sido parte fundamental de este recorrido. Patricio López, egresado de la generación de 1995 —la primera promoción de nuestra Escuela—, ha desarrollado una sólida carrera en los medios de comunicación y en el mundo corporativo. Actualmente se desempeña como director de Radio Universidad de Chile, emisora reconocida por su compromiso con la información pluralista, el pensamiento crítico y el servicio público.
En esta entrevista, Patricio comparte su experiencia como parte de la generación fundacional, reflexiona sobre los principales hitos de su camino profesional y entrega su visión sobre los desafíos actuales que enfrenta el periodismo en un contexto de profundos cambios tecnológicos, sociales y culturales.
Patricio, ¿cómo visualizas el periodismo hoy en día?
El periodismo, a diferencia de la pretensión más operativa que tienen algunos, o funcional o funcionalista, es -en mi consideración- fundamentalmente una actividad de carácter intelectual y probablemente una de las más relevantes que pueden haber en una sociedad contemporánea, por la relevancia que tiene la comunicación masiva para efectos de la construcción de sentido común, de identidad, de valores.
Por eso creo que los periodistas tenemos que vernos a sí mismos y auto exigirnos como intelectuales con una capacidad crítica de interpretar la realidad, la información, los discursos oficiales, y sobre esa base poder contribuir, no a dar respuesta -porque esa también sería una manera paternal o maternal de entender la profesión-, sino más bien a ayudar a que las personas se hagan preguntas.
Si hay algo de lo que no tengo ninguna duda, es que para las sociedades es tanto mejor una ciudadanía crítica que no lo es, que no serlo. Y para que la ciudadanía sea crítica, el rol de los medios de comunicación es fundamental, cuando no imprescindible. Por lo tanto, creo que es una profesión cuyo desempeño tiene el primer nivel de importancia.
Sabemos que actualmente eres director de Radio Universidad de Chile, pero queremos saber más de tu historia, ¿nos contarías un poco sobre tu trayectoria?
Me gusta mucho recordar o decir que pertenezco a la primera promoción de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y que también pertenezco a la primera generación del Magíster en Comunicación, donde además, durante muchos años hice clases tanto en pregrado como en el Magister.
Pero lo que tiene que ver ya con mi trayectoria profesional, ha sido un camino que se ha alternado entre medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales, centros de estudio, colegios profesionales, etc. En lo que tiene que ver específicamente con la Radio Universidad de Chile, yo llegué hace aproximadamente dieciocho años a conducir simplemente uno de las decenas de programas que tenía la radio y con el paso del tiempo, muy lentamente, fui recibiendo otras responsabilidades: conducción de programas, editor y el año 2017 asumí como editor general. Posterior a eso, fui designado por el Rector Ennio Vivaldi como director de la Radio Universidad de Chile, cargo en el que estoy ahora.
Como alumni de la Escuela de Periodismo PUCV, ¿cómo valoras tu paso por nuestra casa de estudios?
Me siento muy parte y muy identificado con nuestra Escuela y muy parte y muy identificado no solamente en un sentido literal biográfico, sino también porque hay rasgos que la Escuela nos dijo que quería entregarnos como sello profesional y que yo veo con toda claridad que entregó de gran manera.
El tema de la mirada crítica sobre la sociedad, las herramientas para poder ejercer tareas de liderazgo, la ductilidad para poder trabajar tanto en medios de comunicación como en comunicación corporativa, una malla que nos abría la responsabilidad de poder aprender distintas cosas -a veces muy distintas entre sí- con el propósito de poder tener distintos tipos de herramientas para interpretar la realidad o para interpretar el conocimiento disciplinar.
Entonces, me siento muy parte de ese espíritu formativo y agradezco mucho que así sea, porque si hay algo que he podido constatar durante mi trayectoria profesional es que la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso es ampliamente valorada y ampliamente reconocida. Es considerada una de las mejores escuelas de periodismo de Chile, y por lo tanto, también lo son los estudiantes que egresan de ella.
En el marco de los 30 años que estamos cumpliendo como entidad académica este año, ¿Le dejarías un mensaje a los actuales estudiantes acerca de la vocación periodística y el futuro de la profesión?
Debo reconocer que cuando estudiaba no veía el periodismo de esta manera, tenía una relación más distante con la carrera, pero me he ido enamorando de ella y considero que es una de las profesiones más bonitas e importantes que pueden existir en una sociedad. Yo adhiero de una manera muy determinada a la idea de que el buen periodismo se ve a sí mismo como una tarea de carácter intelectual.
Por eso, cuando en mis clases, por ejemplo en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile o en las conversaciones con periodistas más jóvenes, me preguntan qué es lo más importante en un periodista, digo dos cosas: primero, el no perder jamás la conexión con la realidad, porque esta es una profesión donde a veces la exposición pone a prueba el ego y hay que contrarrestar eso teniendo los dos pies muy bien puestos en la sociedad o en la comunidad donde uno vive; y lo segundo es leer, leer, leer, leer y leer toda la vida.
Todo lo demás, si es que uno hace estas dos cosas, termina resultando fácil de aprender, formatos, nuevas tecnologías, en fin, pero el soporte intelectual es el que sostiene todo aquello, y por supuesto la capacidad de pertenecer genuinamente a la comunidad y no encapsulado.