La comunicación social como motor de cambio a través de periodistas PUCV

En un contexto actual en el que las organizaciones sociales ejercen un rol relevante en la contribución al bienestar social, y a su vez con desafíos crecientes, tales como la necesidad de innovar y visibilizar su impacto, la comunicación se ha convertido en un pilar estratégico fundamental para su sostenibilidad.

En esa línea, una amplia red de titulados y tituladas de la Escuela de Periodismo PUCV se desempeñan en diversas fundaciones, organizaciones sociales, ONG y movimientos territoriales, aportando con su formación profesional al fortalecimiento del área, reflejando el compromiso social de la carrera en sus 30 años de existencia.

Contribución de las y los exalumnos desde el periodismo

Catalina Meza, alumni PUCV y especialista en Comunicaciones e Incidencia en América Solidaria, señaló que “el periodismo y la comunicación social nos permiten visibilizar problemáticas invisibilizadas, sensibilizar a la ciudadanía y poner estos temas en la agenda pública, para luego incidir en políticas que respalden nuestro propósito”.

Por otro lado, José Bezanilla, exalumno y director ejecutivo en Fundación Clubes, periodista en el área de Comunicaciones de Fundación Cristo Vive y coordinador del Club Social y Deportivo Cristo Vive, destacó que las comunicaciones son esenciales para brindar sentido a la sociedad, espacio en el que las organizaciones sociales deben sensibilizar a sus públicos, ya que en ellas se pueden pensar soluciones colectivas. Por ello, indicó que la comunicación social no puede ser solo técnica, sino también política y cultural, en que se deben narrar buenas historias y, al mismo tiempo, alertar sobre los problemas sociales.

Asimismo, Javiera Romero, alumni PUCV, presidenta y cofundadora de la Fundación Cordillera Poniente, afirmó que “la comunicación es un fenómeno humano, capaz de conectar, coordinar y visibilizar a las personas y, en este caso, a los movimientos ambientales, levantados a pulso por vecinos que aman sus territorios y se atreven a defenderlos. Por su parte, el periodismo tiene el deber de respaldar y denunciar las negligencias de parte del poder político y económico a estos grupos de activismo ambiental”.

María Paz Gálvez, alumni PUCV, académica de la Escuela de Periodismo, cofundadora de la ONG Moviendo y codirectora de la misma organización, enfatizó que “la comunicación a nivel interno es vital para que los equipos se mantengan cohesionados y motivados en un trabajo que en general es bastante demandante física, emocional e intelectualmente. Desde la comunicación externa, es muy importante el vínculo que se establece con quiénes son los principales usuarios de los servicios ofrecidos. Además, el posicionamiento de la organización es clave para que esta pueda llegar a nuevos espacios y para validarse frente a distintos actores, como empresas y personas que desean donar”.

Para Denisse Cortés, exalumna, que se desempeñó como encargada de Comunicaciones en Techo Chile Valparaíso, en la Fundación Universidad de Playa Ancha (hoy extinta) y como profesional de Comunicaciones en Serpaj (Servicio de Paz y Justicia) “el rol de la comunicación y el periodismo son fundamentales en las organizaciones sociales, ya que sirven como puente para visibilizar el trabajo que se hace. Aquí el objetivo de las y los periodistas es comunicar las causas sociales con un sentido de responsabilidad y respeto”.

Aspectos a desarrollar en el área

Las y los periodistas PUCV coinciden en los nuevos espacios donde queda trabajo por realizar, en línea con el dinamismo de los entornos laborales actuales. En ese sentido, Marcelo Campos, exalumno y periodista que ejerció como encargado de Comunicaciones en Avanza Inclusión, enfatizó que el mayor desafío para una ONG es innovar en su quehacer para diferenciarse de otras organizaciones y demostrar las ventajas de pertenecer a la entidad en la que se participa.

“Hoy en día toca hacernos cargo de la irrupción de las redes sociales y de la inteligencia artificial. Si bien, la IA nos permite optimizar procesos, analizar datos y todo lo que facilita aún más nuestro trabajo, también hay que enfocarnos en mantener ese sello humano y que las comunicaciones continúen siendo un espacio de empatía, de aportar una mirada crítica y una capacidad de seguir contando historias, pero con propósito, destacó Denisse Cortés.

Catalina Meza indicó que “hoy existe una desconexión entre las ONG y los medios de comunicación, por lo que sería muy valioso fortalecer ese vínculo para posicionar temas de alta relevancia social. Por otro lado, el contexto actual exige mayor transparencia y rendición de cuentas, sobre todo ante los casos recientes que han afectado la confianza en las fundaciones. Las comunicaciones pueden y deben ser una herramienta para reconstruir esa confianza desde la claridad y la coherencia”.

Para Pía Nicolini, alumni PUCV y encargada de Vinculación con el Medio y Donaciones en ASPADE, “uno de los principales desafíos del periodismo y las comunicaciones en las organizaciones sociales es darle un enfoque realmente estratégico, ya que tienen el poder de movilizar apoyos, construir confianza y posicionar causas en la opinión pública. Otro punto importante está relacionado a adaptarse a los nuevos formatos digitales, sin perder la profundidad ni la conexión humana”.

Javiera Romero expresó que la prensa aún está en deuda con los movimientos locales y con la visibilización de las personas activistas en los territorios. De igual forma, señaló que la comunicación permite que los movimientos ambientales fortalezcan sus estrategias para sensibilizar al público y dar mayor visibilidad a sus luchas. Agregó que quienes trabajan en prensa deben afianzar su mirada y comprender que el aumento de temas ambientales en la agenda se debe al trabajo previo de activistas que han impulsado estas discusiones desde sus territorios.

Sello PUCV en su desempeño profesional

Las y los alumni destacan el impacto de su formación en la Escuela, como Marcelo Campos, quien afirmó que “la redacción me ayudó mucho en lo laboral. Además, el enfoque en investigación, en formulación de proyectos, lo que realmente me ha sido muy útil”.

Catalina Meza indicó que su formación le entregó las bases profesionales y éticas para desenvolverse en el mundo laboral, pero sobre todo una mirada crítica, conciencia social y vocación de servicio que considera esenciales en su trabajo actual. Añadió que, gracias a esa preparación, puede comunicar con propósito y sensibilidad social.

“La carrera me permitió profundizar una mirada de la sociedad desde un ángulo vinculado al amor al prójimo, con pensamiento crítico y creatividad. La comunicación social debe tener un eje más humano y en la Escuela yo lo viví y hoy lo aplico así”, enfatizó José Bezanilla.

Denisse Campos señaló que “a quienes estén interesados en el área, lo clave es tener vocación social. Siempre hay que comunicar con responsabilidad y con respeto, sobre todo si uno va a trabajar con comunidades que han sido históricamente vulneradas o que viven y se desarrollan en contextos de desigualdad, porque es importante en el fondo entender que cada palabra va a tener un peso”.

“Cualquier persona que tenga interés en lo social debería explorar al menos un tiempo en este rubro. Se requiere de personas que tengan las competencias técnicas, que sepan desempeñarse en equipos y que sean buenos en todos los aspectos que se requiere para los periodistas, pero también personas que sean sensibles socialmente y que se interesen por las cosas que le ocurren a otros, que tengan la motivación de aportar para que se construya una sociedad mejor”, destacó María Paz Gálvez.

Finalmente, Pía Nicolini concluyó que “trabajar en una organización social es una oportunidad para darle sentido al periodismo y comunicar no solo hechos, sino causas que transforman vidas. Hay que acercarse con humildad, empatía y rigor, porque desde la comunicación también se puede generar un cambio social”.