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Profesora María Soledad Vargas: “En la medida en que tú haces sensibles a los futuros periodistas o comunicadores sociales, puedes eliminar la violencia hacia la mujer”

08 de Enero 2021

Desde el año 2017 que la profesora María Soledad Vargas Carrillo es parte de UNITWIN, una red de trabajo e investigación de UNESCO que enfoca su labor en género, medios de comunicación y nuevas tecnologías.

Ya son 19 las universidades a nivel mundial que están colaborando en este proyecto que tiene como fin específico “promover la igualdad de género y la participación de las mujeres en los medios de comunicación y a través de ellos a escala mundial mediante la investigación, la educación y la promoción” (uniTwin | UNESCO).

En Latinoamérica son cuatro los países que se han integrado a esta red: México (Universidad Nacional Autónoma de México), Ecuador (Universidad Andina Simón Bolívar) , Costa Rica (Universidad Nacional de Costa Rica) y Chile (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso).

¿En qué consiste el trabajo de investigación que han desarrollado y cuáles son los resultados que han obtenido hasta ahora?

El primer paso fue consolidarse como red de trabajo e investigación. Luego, aterrizamos el proyecto que fue liderado por Aimée Vega Montiel, Claudia Pavoldani y Lisa French, al caso chileno y, junto con la directora de la Escuela, María Pilar Bruce, levantamos un diagnóstico con fines investigativos a nivel nacional, que tenía como objetivo mapear y saber si en Chile se integraba o no la perspectiva de género en las carreras de periodismo y comunicación social.

A partir de esto, en el año 2019, publicamos un libro que lo hicimos con el sello de la UNESCO que se llama “Gender, media & ICTs: new approaches for research, education & training”, que, justamente, sigue con el correlato de la etapa en que estamos actualmente, que tiene como propósito impulsar la formación con perspectiva de género tanto para estudiantes de comunicación social como para comunicadores, periodistas y docentes que enseñan esta profesión.

A su vez, el diagnóstico también fue traducido a otro libro que nace gracias a una invitación del Consejo de Rectores de Valparaíso, que se denominó “Género y Universidad, una pregunta abierta”, en donde con la profesora Pilar Bruce y Vanessa Gadaleta, periodista y ex alumna de la Escuela, mostramos una parte de este mapeo.

Este año hemos ido trabajando en un proceso que se ha alargado por el estallido social y la pandemia, es un nuevo proyecto de formación que presenté en la universidad. Nace porque junto con Pilar, a raíz de la experiencia de la redacción de este libro, se nos ocurrió plantear un optativo denominado “Género, medios y nuevas tecnologías”, y a partir de él, investigamos y estamos preparando un artículo junto a Francisca Mayorga, ex alumna de la Escuela.

En paralelo, estuvimos desarrollando esta idea de enseñar a comunicadores sociales y docentes en los talleres de formación, tuvimos que atrasar todo por el estallido social, e hicimos en enero las capacitaciones en Valparaíso y Santiago. En ese mismo mes, vino Aimée Vera a Chile y ahí aterrizamos una didáctica para bajar estos contenidos. Ahora en noviembre, los acabamos de replicar en el marco del Congreso ALAIC 2020, donde hicimos un taller de formación a nivel continental.

Actualmente, ¿En qué etapa se encuentra el proyecto?

Estamos en la fase de formación, en donde tenemos que informar a la UNESCO que cumplimos con este proceso. Si lo miramos desde la perspectiva histórica, primero fue el diagnóstico, luego armar el manual que se consolidó en el libro, y, en tercer lugar, la etapa actual de formación que se ha extendido a partir del estallido social, y posteriormente, la pandemia.

La idea principal de esta fase es que cuando se hagan los talleres de formación, se desarrolle una especie de manifiesto o una declaración que dé cuenta del trabajo realizado y los resultados de lo aplicado. Dado que, a la larga, el objetivo final es, por decirlo de alguna forma, transformar el mundo, es decir, incidir en las políticas públicas.

A la UNESCO le interesa trabajar oficialmente en universidades para que, finalmente, esto se incorpore en políticas institucionales de las entidades académicas, no solo a nivel de la ONG o a nivel de otras fundaciones, sino que esto pueda influir realmente en la formación de profesionales con perspectiva de género, sobre todo, en este caso, en el ámbito de la comunicación. Por lo que, claro, estamos pensando en intervenir en el ámbito político.

Considerando el contexto actual, ¿Cómo ha sido el trabajo de la red durante la pandemia?

Nos hemos tenido que adaptar a estas nuevas modalidades de reunión y convocatoria. Yo lo comparo con los talleres de formación presenciales que realizamos tras el estallido social, en esa ocasión esperamos una mayor convocatoria, y en cambio, la modalidad virtual y la tecnología facilitó la participación de personas en el último que tuvimos. En una oportunidad, íbamos a viajar para hacer talleres en Concepción y en la Universidad Austral de Valdivia, pero dado todo este contexto, no pudimos llegar a esos públicos, por lo tanto, igual nos quedamos al debe con algunas cosas que nos aportaba la presencialidad.

De igual forma, seguimos trabajando en red, juntándonos en reuniones y haciendo informes, ya que, de igual manera, hay que responder al trabajo a pesar de que los productos se han visto afectados, en este caso, los talleres de formación. Algunas cosas quedaron un poco en la nube, pero finalmente uno va retomando y ordenando.

¿Qué aprendizajes para su vida profesional y personal ha obtenido de esta experiencia?

Por un lado, hace mucho tiempo que no trabajaba en investigación. Cuando me incorporé a la Universidad, trabajé como profesora instructora en donde hacíamos trabajo investigativo en radio y mi rol era coordinar a los ayudantes de investigación y ¡A mí me encantaba! Esta oportunidad me ha posibilitado recuperar el campo de la investigación que había dejado pausado.

Por otro lado, siempre me gustó trabajar en red, soy de la idea de que solo o sola no vas a llegar a ningún lado, hay que trabajar de forma mancomunada y también con generaciones más jóvenes, que el día de mañana se puedan dedicar a esto. También me di cuenta de que hay que atreverse. En mi caso me cuesta mucho hablar en inglés y he tenido que ir a varios encuentros en donde hay que hablar de tú a tú en ese idioma. Por lo que entendí que, te guste o no te guste, es la lengua que te permite comunicar, y si no lo puedes hablar, bueno, escríbelo.

Otro aspecto que me ha enseñado varias cosas fue integrarme a grupos interculturales, que es algo que en verdad me encanta. En el fondo eso ha sido lo más interesante en este trabajo en red, por ejemplo, compartir con personas de otros países de Latinoamérica, como también de Estados Unidos, Italia, etc. Es una experiencia que te abre todo un mundo y nuevos horizontes. Por último, también ha sido muy valioso formar grupos, mostrarles a las y los estudiantes que este es un campo profesional súper bonito e interesante.

Finalmente, ¿Cuáles son las proyecciones a futuro para la red?

Yo creo que ahora viene como la bajada de todo el trabajo. Piensa tú que en el diagnóstico que nosotros hicimos solo había un 3% de universidades, es decir, de programas de comunicación en el nivel de carrera de Periodismo, magíster y doctorado en el país, que integraban perspectiva de género en sus mallas curriculares. Por ende, ahora la tarea de formación es súper urgente. En el fondo, este mapeo también decía que ese 3% ocurría por voluntad propia de los profesores y profesoras y, claramente, no basta con la voluntad propia de los docentes para generar un verdadero cambio.

Al final lo que dice UNESCO y sus líderes, es que ellos pueden exigirles a las universidades que de alguna manera se comprometan y no dejen esta tarea solo a la motivación de ciertos académicos o académicas, sino que sea parte de la formación en comunicación social. Ya se ha visto que en la medida en que tú haces sensibles a los futuros periodistas o comunicadores sociales, puedes eliminar la violencia hacia la mujer a nivel social, en los medios y combatir la invisibilidad de estos temas.

Creo que hay mucho que hacer. Si me preguntas si es que yo lo puedo hacer, no lo sé- jajaja- pero si yo no puedo, que lo hagan mis discípulas. Pienso y espero que más adelante se potencie esta formación.

Por Josefa Mena

Vinculación con el Medio