Redes sociales y elecciones: la investigación de DEEP PUCV sobre campañas digitales de odio en Chile
Hace tres años el proyecto ya visualizaba la coordinación de cuentas digitales para atacar procesos electorales.
En el marco del controversial “Caso Bots” a nivel electoral, el académico y jefe de investigación de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Pedro Santander Molina, también director del proyecto interdisciplinario Demoscopía Electrónica del Espacio Público (DEEP) PUCV, explica cómo las redes sociales se han convertido en un escenario clave para la articulación de campañas coordinadas de odio y desinformación, fenómeno que hoy vuelve a aparecer en el contexto presidencial que vive actualmente el país.
Santander recuerda que el equipo de investigación PUCV comenzó a trabajar en esta línea durante el primer plebiscito constitucional de 2022, cuando se instaló la Convención Constitucional liderada por Elisa Loncon y Jaime Bassa. En ese momento, el equipo observó con detalle el comportamiento en redes como X (Twitter en esa época), Facebook e Instagram y detectó una atmósfera digital marcada por ataques sostenidos contra la Convención y, en particular, contra su presidenta. “Lo que encontramos fue una actividad coordinada de numerosas cuentas —lo que llamamos la tropa digital— que buscaban dañar el proceso constitucional. Los ataques se dirigían a una mujer, y además mapuche, que lideraba un proceso electoral. Hoy vemos un patrón semejante en la campaña presidencial actual, con candidaturas como las de Jara y Matthei”, señala.
Para analizar el fenómeno, DEEP desarrolló una herramienta llamada Odiómetro, que midió los niveles de hostilidad contra la Convención en redes sociales. Con ella, identificaron cerca de cuarenta mil cuentas participando de manera activa en los ataques, de las cuales once mil ya habían estado involucradas en el plebiscito de entrada y en la campaña por el Rechazo. “Esto nos permitió demostrar que no se trataba de expresiones espontáneas, sino de una acción digital sostenida y organizada, con una estructura de liderazgo en cuentas que denominamos ‘autoridades de red’, seguidas por una tropa de replicadores que buscan viralizar los mensajes”, explica.
Sobre los tiempos de activación de estas dinámicas, Santander indica que suelen aparecer entre cinco y seis meses antes de los procesos electorales, con especial intensidad en los tres meses previos. “Ese es el momento en que se reactivan las cuentas y se intensifican los ataques. Nosotros lo seguimos de cerca porque es justamente nuestro objeto de estudio: entender cómo operan estas campañas digitales y cómo afectan la conversación pública”, agrega.
El trabajo de DEEP ha sido difundido en distintas publicaciones académicas. Una de las más recientes, “De la hegemonía digital a la derrota electoral: majority illusion en el plebiscito constitucional chileno”, publicada en la revista ‘Cuadernos.info’, ha registrado un alza significativa en descargas durante este año, coincidiendo con el nuevo ciclo electoral.
Actualmente, el equipo se encuentra analizando la campaña presidencial en curso, observando las publicaciones de los candidatos en plataformas como X, Facebook e Instagram. El objetivo es evaluar qué tipo de mensajes generan mayor interacción, cuáles son más compartidos y cómo responden los usuarios. “Este monitoreo lo realizaremos durante toda la campaña y posteriormente publicaremos un nuevo análisis con los hallazgos. Creemos que este tipo de estudios son un aporte para entender cómo las redes sociales se han transformado en escenarios centrales de la política contemporánea”, concluye Santander.